Quiste debajo de una muela: ¿porqué? quiste radicular vs inflamatorio ¿qué hacer?¿es benigno? diagnóstico, tratamiento, cicatrización ¿qué pasa si no se trata?
Muchos pacientes llegan a mi consulta porque les han dicho que tienen un quiste debajo de una muela.
¿Qué es un quiste radicular?
Un quiste es un saco o cavidad rodeado de una menbrana, que puede contener: aire, líquido o material semi-sólido (líquido, pus, células defensivas).
Hay muchos tipos de quistes dentales, pero con diferencia el más frecuente es el quiste que aparece debajo de un diente o muela (quiste radicular o periapical).
¿Por qué aparece?
Es el resultado de un largo proceso que puede durar años que va precedido de las siguientes etapas:
– Caries profunda o golpe en un diente.
– Infección interna del diente por parte de las bacterias.
– Descomposición del nervio y los vasos (pulpa) dentro de la muela o diente.
– Llegada de toxinas y bacterias al hueso que rodea la punta de la raíz (ápice) del diente a través del agujerito por donde entra la pulpa.
– Inflamación alrededor de la punta de la raíz (periápice).
– Formación de un granuloma dental o agrupación organizada de macrófagos y células defensivas que intentan aislar y eliminar la infección que ha llegado al hueso.
– Puede llegar a convertirse en un quiste verdadero si la infección persiste años y se encapsula.
Si un diente infectado se ignora o se trata con antibióticos solamente, al cabo de los meses ocasionará un granuloma alrededor de la raíz. Y al cabo de los años es posible que se transforme en un quiste verdadero rodeado de una membrana.
Quiste verdadero o inflamatorio
Por tanto en la mayoría de los casos lo que tienes es un granuloma o «quiste» inflamatorio. Estos son muy frecuentes.
Solo en algunos casos se trata de un quiste verdadero.
Ambos llevan a una pérdida de hueso progresiva alrededor de la raíz, sino son tratados.
Los granulomas y los quistes debajo de las muelas NO DUELEN.
A no ser que se sobreinfecten, por uno de los siguientes motivos:
– defensas bajas
– aumento del número de bacterias que llegan al hueso
– llegada de bacterias más agresivas al hueso.
¿Cómo se diagnostica?
Con una radiografía dental que se hace en la consulta dental. Algunas veces también se pide una radiografía de toda la boca.
En las radiografías se observa una mancha oscura alrededor de la raíz del diente infectado.
Es imposible saber con certeza si se trata de un granuloma o de un quiste periapical verdadero.
¿Es benigno?
Sí.
¿Qué debo hacer?
Visitar al dentista lo antes posible para que explore tu boca y tome radiografías.
Tratamiento
En ambos casos el diente infectado debe tratarse con una endodoncia (tratamiento de nervio), o una nueva endodoncia si ya se había hecho antes y reconstruir el diente.
Si el diente no se puede salvar habrá que extraerlo.
La endodoncia consiste en:
– limpiar los restos del nervio
– desinfectar a fondo el diente por dentro para reducir al mínimo las bacterias que han causado la infección
– rellenar el diente por dentro para que las bacterias no puedan sobrevivir.
Una vez hecho esto las defensas de nuestro cuerpo tendrán que eliminar las bacterias y reparar el hueso alrededor de la raíz del diente. Este es un proceso largo y laborioso que puede tardar meses o incluso años en completarse.
La mayoría de los granulomas son eliminados por las defensas de nuestro cuerpo (macrófagos) una vez hecho el tratamiento de nervio y no requieren de intervención quirúrgica.
Solo en caso de que pasados 6 meses o 1 año no se reduzca la mancha oscura en las radiografías, quizás haya que hacer una cirugía para quitar el quiste y mantener el diente si es posible.
Consecuencias de no tratar
Los granulomas y los quistes si no se tratan pueden:
– sobre-infectarse causando hinchazón y dolor
– llegar a crecer mucho dentro del hueso, desplazando los dientes, que pueden llegar a tener movilidad
– o incluso causar cierta deformidad de la cara, o el paladar en algunos casos.
¿Cuánto tiempo tarda en cicatrizar el hueso después del tratamiento?
El proceso es lento y el cuerpo puede tardar en reparar el hueso de 6 meses a 2-4 años.
Son signos positivos:
– no presentar hinchazón
– no tener un «granito de pus que vacía» de vez en cuando
– no tener dolor.
Pero estos signos no aseguran que se esté produciendo la reparación ósea.
El único modo de comprobarlo es haciendo radiografías de control a los 6 meses, y anualmente de 2-4 años después del tratamiento.
¿Puede volver a aparecer?
En general no. A menos que el diente se vuelva a infectar por:
- una nueva caries,
- una fisura que permite la entrada de bacterias
- o bacterias resistentes que sobreviven a todos nuestros esfuerzos de limpieza durante el tratamiento de nervio.